La principal preocupación a la hora de escoger un temario es la “calidad” del mismo. En unas oposiciones, la “calidad” del temario tiene que valorarse desde muchos ámbitos.

Debe estar redactado siguiendo la literalidad de la Ley (que es la forma de preguntar en el examen oficial), pero a la vez, debe conjugarse con explicaciones, aclaraciones, gráficos, esquemas, llamadas de atención sobre aspectos esenciales…

Debe estar totalmente actualizado. La edición electrónica siempre está actualizada.